8/28/2015



¡Hola de nuevo! Como muchos sabréis he estado en Bélgica hace un par de semanas y aprovechando la vuelta me he quedado unos días en Madrid disfrutando de la familia, es por eso que he estado un poco más desconectada. Pero ya estoy en casa y puedo documentaros mi viaje a fondo ¡Espero que lo disfrutéis! ♥


Martes 11 y miércoles 12.

El primer día no hicimos nada porque llegamos muertos del viaje, dimos una vuelta por el barrio en el que estaba el apartamento y estuvimos en una feria que había cerca (no hice fotos porque era imposible de lo abarrotada que estaba)

Las vistas desde el apartamento.

El barrio estaba lleno de sitios de comida extranjera, vietnamita, china, japonesa, turca, taiwanesa... de los cuales no pudimos catar nada porque todo valía un riñón. Eso sí, restaurantes de comida belga no había ni uno, y no exagero, se deben alimentar a base de gofres o algo.




El segundo día si que fuimos de turisteo a ver lo más típico, la Grand Place, el Manneken Pis y dar una vuelta por los alrededores. Estuvimos dos horas en el MIM (Museo de Instrumentos Musicales) había instrumentos de todas partes del mundo y de todas las épocas.





La cultura del cómic es flipante, allá donde vayas te encuentras con Tin Tin o con Los Pitufos.


Por la noche decidimos hacer la compra porque de camino a casa vimos un Carrefour Express y no habíamos encontrado ningún supermercado antes. Compramos mortadela, queso, pan de molde y puré de patatas, nos cobraron 20,20€, supongo que no hace falta que cuente la cara que se nos quedó


Jueves 13.

Esa mañana nos hicimos bocadillos de queso y mortadela (una rodaja de queso y mortadela por bocadillo porque además de caro, no venía mucha cantidad) y nos fuimos al barrio europeo a ver el Parlamento.

Parlamento Europeo


Aprovechamos para ir al Parque del Cincuentenario que estaba cerca. Estuvimos tirados en la hierba que parecía ser que era la actividad favorita de aquel sitio.

Un pelín seco el césped nada más...
De camino a casa cogimos un bus y nos perdimos, pero bueno, nada que no se pudiese solucionar con una pedazo de guía enorme que Javi me hacía llevar las 24 horas en el bolso. Gracias a que nos perdimos vimos sitios maravillosos.


Bruselas visto desde la parte de arriba de la ciudad.

Viernes 14 y sábado 15.

Esos días el tiempo pasó de un calor pegajoso y horrible al frío más seco que haya visto nunca y una lluvia terrible. Compramos los billetes de tren y nos fuimos de viaje a Gante. Un pueblito con mucho encanto, con canales por los que pasaban barquitos con turistas haciendo fotos, muchas tiendas y como en Bruselas, un tranvía que amenaza con atropellarte si no ibas atento.



Visitamos Gante sin mapa, así que supongo que no vimos todo lo que deberíamos haber visto, pero la verdad es que importó bastante poco, con lo que vimos nos bastó.


Había pianos repartidos por toda la ciudad para que quien quisiese pudiese tocarlos, así que se puede decir que allá por donde ibas escuchabas un piano.

Citadel Park

El tiempo no cambió y este día era un sábado, como estábamos cansadísimos decidimos volver a repetir el centro de Bruselas (por el que pasábamos siempre para llegar a la estación de tren Brussel Centraal) Comimos en un café al lado de casa, el camarero era muy amable y había un señor que bailaba todo el rato. 

Sopa rara, lasaña rara y pan con mantequilla

Bruselas está lleno de murales de cómic, hay una ruta llamada Ruta del Cómic que pasa por todos ellos.

Gofres con chocolate belga, nata y fresas.
En realidad, ese día salimos únicamente para comer los gofres, que tuvimos que comerlos debajo de un porche enano y mojándonos, pero mereció la pena solo por lo ricos que estaban ♥

Domingo 16.

Este día decidimos ir al Atomium, que está perdido del mundo, en la mitad de nada. Así que tuvimos que coger un metro.

Atomium.
Comimos sentados enfrente del Atomium pero mirando un estanque con patos y tortugas, porque yo soy así, voy a Bélgica a ver patetes. Hicimos el intento de comer gofres, pero había como cien abejas asesinas que nos perseguían. En seguida nos dimos cuenta que allí no había nada que hacer, así que como lo único que había cerca era un parque gigante, vacío y tétrico, allí nos metimos. Vimos un conejito super mono, a mí me encanta ver animales salvajes y nunca había visto un conejo, así que me fui más feliz que una perdiz.



Medio muertos de sueño a las cuatro de la tarde decidimos volver a casa, dormir y salir por la noche. Por fin, ese día cenamos los famosos mejillones con patatas fritas (de los cuales no tengo ninguna foto, lo siento) pero estaban bastante buenos, al terminar la cena fuimos al Delirium Café que tanto nos habían recomendado. A pesar de que odio la cerveza con todas mis fuerzas probé una de cereza que no estaba tan mala, la carta del sitio es una revista de 200 páginas, si no hubiese dado con una cerveza que me gustase hubiese sido preocupante.



El sitio tenía tres plantas y todas ellas estaban a reventar de gente. La decoración era increible, no quedaba ni un hueco de la pared.

Lunes 17.

Ese lunes tocaba viajar a Brujas, no sin antes para a comer en uno de los sitios en los que te ponen la comida más horriblemente enorme de todo el país.

No recuerdo qué era cada cosa, lo que sí sé es que la salsa picaba como un demonio

Brujas es un pueblo de cuento de hadas, podría ser perfectamente el escenario de alguna película de Disney. Todo el pueblo tiene la misma estética, incluso los negocios más nuevos, los canales están llenos de cisnes que como el conejo fueron mi parte favorita del viaje.

Compramos esto pensando que sería lo más increíble que hubiésemos probado nunca, pero era mazapán.




Había una tienda maravillosa de navidad con cosas super chulas y bonitas.

Y hasta aquí mi viaje a Bélgica, un país precioso y lleno de encanto al que espero volver muy pronto. Espero que os haya gustado el blog y que lo hayáis disfrutado tanto como yo disfrute la experiencia. Espero escribir un poco más de ahora en adelante, sobretodo ahora que me mudo y que comienzo una etapa nueva. 


4 comentarios:

  1. Javierelamigonojavierelnovio28 de agosto de 2015, 6:08

    Yo he disfrutado leyéndolo, con mucha envidia, también hay que decirlo. ¡Ya iré yo, ya!

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    1. Tu nombre xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD Tienes que ir, de verdad que es precioso, se disfruta mucho.

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  2. Buah! Yo estuve allí y era genial, un pais precioso, al que volvería sin dudarlo cuantas veces hiciera falta, me alegro un montón que lo hayáis pasado guay, seguro que lo disfrutásteis tanto como yo, Bélgica enamora.

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  3. Muy entretenido el post, me lo he leído enterito.#Muy Ameno

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